Escalada de tensión: Irán e Israel intensifican ataques, ¿qué está pasando?
La escalada del conflicto entre Irán e Israel continúa intensificándose, entrando en su cuarto día con ataques mutuos que han dejado un saldo preocupante de víctimas y daños materiales significativos. Durante la madrugada del lunes, se reportaron nuevos lanzamientos de misiles por ambas partes, afectando infraestructuras críticas y áreas residenciales.
Ataques y consecuencias devastadoras
Los ataques iraníes han alcanzado una refinería de petróleo israelí y dañado parte de la red eléctrica, mientras que Israel ha respondido atacando depósitos de combustible en Irán. La firma de seguridad marítima británica Ambrey informó de incendios en la planta de energía cerca del puerto de Haifa tras un ataque con misiles balísticos iraníes a la infraestructura portuaria, lo que intensifica las señales de escalada. En Tel Aviv y Jerusalén, también se reportaron explosiones y se han visto proyectiles en el cielo.
Equipos de rescate en Israel trabajan entre los escombros de edificios residenciales destruidos por los misiles iraníes, utilizando perros rastreadores y excavadoras pesadas en la búsqueda de supervivientes. Al menos 21 personas han fallecido en Israel desde el viernes, incluyendo al menos 13 por los ataques recientes. En Irán, se reportaron grandes incendios en depósitos de combustible tras los ataques israelíes contra el sector de petróleo y gas, lo que aumenta los riesgos para la economía global.
Reacciones internacionales y posibles implicaciones
El ejército israelí ha declarado que continuará operando hasta que considere que ha eliminado la amenaza. La situación genera incertidumbre sobre la seguridad para viajar a Israel y plantea interrogantes sobre la posible implicación de Estados Unidos en el conflicto, después de que se reportara que el expresidente Trump rechazó un plan israelí para asesinar al líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Khamenei.
La escalada entre Irán e Israel tiene consecuencias directas en la estabilidad de la región de Medio Oriente y podría afectar la economía global, especialmente en el sector energético. La comunidad internacional observa con preocupación el desarrollo de los acontecimientos y llama a la contención para evitar una confrontación aún mayor.