La posible incorporación de Santiago Caputo al gabinete de Javier Milei ha desatado una fuerte interna en el gobierno. Según fuentes cercanas, el canciller Gerardo Werthein habría comunicado al presidente su decisión de renunciar si Caputo, actual asesor, asume un cargo de mayor relevancia tras las elecciones. Werthein, aunque sin problemas personales con Caputo, manifiesta profundas diferencias en cuanto al proyecto político.
¿Un golpe para Milei?
La salida de Werthein representaría una pérdida significativa para el gobierno de Milei, ya que es considerado uno de los pocos ministros con peso propio y una figura clave en el círculo rojo. Su gestión ya había sido objeto de críticas por parte de sectores libertarios, especialmente tras un encuentro con Donald Trump.
La pulseada por el control de la Cancillería
Más allá de la interna actual, se observa una lucha de poder en la Cancillería, con reminiscencias de la gestión kirchnerista. La Asociación Profesional del Servicio Exterior de la Nación (APSEN) ha sido escenario de disputas internas, reflejando las tensiones entre diferentes visiones políticas. Se menciona a Werthein como un actor clave en esta pulseada, buscando consolidar su influencia en el organismo.
La situación plantea interrogantes sobre el futuro del gobierno de Milei y su capacidad para mantener la cohesión interna frente a las tensiones políticas y las diferencias ideológicas. La posible renuncia de Werthein podría desencadenar una reconfiguración del gabinete y un realineamiento de fuerzas dentro del oficialismo.
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