El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha puesto en duda la seguridad de Boston como sede del Mundial 2026, generando incertidumbre sobre su continuidad como ciudad anfitriona. Durante una reciente reunión con Javier Milei, Trump no descartó la posibilidad de revocar la sede si considera que las condiciones de seguridad no son óptimas.
Trump criticó duramente a la alcaldesa de Boston, Michelle Wu, del Partido Demócrata, aunque las estadísticas oficiales demuestran que bajo su gestión ha disminuido el crimen con armas. El exmandatario insinuó que la alcaldesa podría estar perjudicando a la ciudad y, en consecuencia, poniendo en riesgo la seguridad del evento deportivo.
"Si alguien está haciendo un mal trabajo y si siento que hay condiciones inseguras, llamaría a Gianni (Infantino), el presidente de la FIFA, que es fenomenal, y le diría, 'Trasladémoslo a otra ubicación.' Y él lo haría", declaró Trump. También sugirió que Los Ángeles podría correr la misma suerte si no se prepara adecuadamente para los Juegos Olímpicos de 2028.
El Gillette Stadium de Boston tiene programados siete partidos del Mundial 2026, incluyendo cinco de la fase de grupos y uno de los octavos de final. La amenaza de Trump ha generado preocupación entre los organizadores y los aficionados, quienes temen que la ciudad pueda perder la oportunidad de ser parte de este importante evento deportivo.
¿Qué impacto tendría la pérdida de la sede para Boston?
La pérdida de la sede del Mundial 2026 representaría un duro golpe para Boston, tanto en términos económicos como de imagen. El evento generaría ingresos significativos para la ciudad a través del turismo, la hostelería y otros sectores. Además, ser sede del Mundial fortalecería la reputación de Boston como una ciudad cosmopolita y atractiva para eventos internacionales.
La incertidumbre generada por las declaraciones de Trump pone presión sobre las autoridades de Boston para garantizar la seguridad del evento y demostrar que la ciudad está preparada para albergar el Mundial 2026. La FIFA deberá evaluar cuidadosamente la situación y tomar una decisión que priorice la seguridad de los participantes y los espectadores.
¿Qué sigue?
- Seguimiento de las declaraciones de Trump y su posible influencia en la decisión final de la FIFA.
- Evaluación de las medidas de seguridad implementadas por la ciudad de Boston.
- Análisis del impacto económico y social de la posible pérdida de la sede.