El mundo del espectáculo argentino se encuentra de luto tras el fallecimiento de Adriana Vera Aizemberg, una figura emblemática del teatro, cine y televisión. La actriz, nacida en Santa Fe el 1 de diciembre de 1938, partió a los 86 años, dejando tras de sí una trayectoria de más de seis décadas marcada por su talento y compromiso con el arte.
La Asociación Argentina de Actores fue la encargada de comunicar la triste noticia a través de sus redes sociales, expresando su profundo pesar por la pérdida de quien fuera no solo una destacada actriz, sino también una ex dirigente sindical. El comunicado resaltaba su “prestigiosa y amplia trayectoria artística” y enviaba condolencias a sus familiares y seres queridos.
Una Carrera Dedicada al Arte Escénico
Aizemberg inició su carrera en Buenos Aires, integrándose al reconocido teatro Fray Mocho. Su debut se produjo en la obra “Historias para ser contadas”, marcando el comienzo de un camino que la llevaría a trabajar bajo la dirección de Augusto Fernandes y a participar en la fundación del grupo ETEBA, junto a figuras de la talla de Helena Tritek, Hugo Urquijo y Lito Cruz.
Su talento la llevó a formar parte del elenco estable del Teatro San Martín y del grupo Gente de Teatro, liderado por David Stivel. A lo largo de su extensa carrera, participó en numerosas obras teatrales de renombre, entre las que destacan “La leyenda de Pedro”, “La señorita de Tacna”, “Fausto”, “Seis personajes en busca de un autor” y “El violinista en el tejado”.
Compromiso Sindical y Reconocimiento
Afiliada a la Asociación Argentina de Actores y Actrices desde 1964, Adriana Aizemberg también demostró su compromiso con la defensa de los derechos de los trabajadores del sector. Integró el Secretariado Mutual entre 1996 y 1998, durante la presidencia de Pepe Novoa. En 2004, fue distinguida con el Premio Podestá a la Trayectoria Honorable, un reconocimiento a su valiosa contribución al arte y la cultura argentina, otorgado por el sindicato y el Senado de la Nación.
La partida de Adriana Aizemberg deja un vacío irremplazable en el ámbito artístico nacional. Su talento, dedicación y compromiso la convirtieron en una figura esencial del teatro, cine y televisión, cuyo legado perdurará en la memoria de sus colegas, admiradores y de todos aquellos que tuvieron el privilegio de disfrutar de su arte.