Colapinto: Choque y Frustración en Bakú ¿Qué Pasó Realmente?
El Gran Premio de Azerbaiyán 2025 no fue el esperado para el piloto argentino Franco Colapinto. Un fin de semana que prometía, terminó en frustración tras un incidente con Alexander Albon, piloto de Williams. La carrera, dominada de principio a fin por Max Verstappen, se vio marcada para Colapinto por un toque que lo relegó a la 19ª posición.
El Incidente Clave: ¿Imprudencia de Albon?
En la vuelta 17, al salir de boxes, Colapinto fue embestido por Albon en la curva 5. El piloto de Williams, con neumáticos en temperatura óptima, intentó un adelantamiento que resultó fallido. El contacto provocó un trompo en el Alpine de Colapinto, dañando su alerón delantero y comprometiendo seriamente su carrera.
Albon se disculpó por el incidente, reconociendo su culpa. Sin embargo, el daño ya estaba hecho. Colapinto, que había ganado posiciones en la largada, vio sus aspiraciones de puntuar desvanecerse. "Ahí perdí todo", lamentó el argentino, refiriéndose al incidente. "Salí de boxes con 'flatspots' en la goma y con el alerón roto adelante".
Más Allá del Choque: Problemas de Ritmo
Colapinto también señaló las dificultades que enfrenta el equipo Alpine con su monoplaza A525. Según el piloto, el auto tiene problemas de ritmo y consume excesivamente los neumáticos, lo que dificulta competir por los puntos. "No tenemos el auto, es bastante simple; gastamos mucho la goma, no tenemos ritmo para ir para adelante", explicó.
- El choque: Un incidente evitable que arruinó la carrera de Colapinto.
- Problemas del auto: Dificultades para mantener el ritmo y gestionar los neumáticos.
- Actitud positiva: Colapinto se enfoca en los aspectos positivos y en seguir mejorando.
A pesar de la adversidad, Colapinto se mostró positivo y enfocado en el futuro. "Hice las cosas bastante bien de mi lado, era todo lo que podía hacer. Lo importante es que estoy demostrando que estoy andando bien, mucho más no puedo hacer", afirmó. El piloto argentino ya tiene la mira puesta en el Gran Premio de Singapur, buscando dejar atrás el amargo sabor de boca de Bakú.